El cantante Bad Bunny ha vuelto a ser polémica, en esta ocasión por su vestimenta, la cual no solo es de tintes femeninos, sino también satánicos, haciendo alusión a la figura diabólica de Baphomet.
En el mundo del entretenimiento, es común ver como los exponentes más conocidos llaman la atención por acciones poco usuales; y más en la actualidad, cuando el tema de los estereotipos parece ser algo delicado de tocar y tratar.
Bad Bunny ha sido catalogado (tanto por fanáticos como organismos expertos en el sector de la música) como uno de los mejores cantantes contemporáneos, por lo que su figura representa una gran influencia para la industria artística y los oyentes.
Esto quiere decir que cualquier cosa que el rapero puertorriqueño haga o diga, tendrá repercusiones entre sus seguidores y los medios de comunicación, y aunque pueda llegar a recibir comentarios negativos, su éxito ha sido tan grande que el apoyo parece ser mucho mayor.
Un claro ejemplo de esto se ve reflejado en un suceso reciente, en la colaboración que Benito Antonio Martínez (nombre real del artista) hizo con la revista Allure.
La gaceta estadounidense eligió a Bad Bunny para convertirse en el rostro oficial de su portada para el mes de noviembre, catalogándolo como un ícono de la moda actual que rompe los moldes existentes.
Durante las entrevistas que se le hicieron para recopilar los comentarios que se usarían en su artículo para la revista, lo que más se resaltó de Martínez fue su influencia en cambiar los estereotipos de ropa masculina, dándole toques más «divertidos» al usar prendas femeninas, enfatizando que la ropa no debería tener género.
«Ir de compras con mi mamá era una de mis cosas favoritas porque me perdía en la sección de mujeres, mirando conjuntos, colores, cortes, diseños. Y luego cuando era mi turno de comprar ropa era un aburrimiento», dijo el rapero, según se lee en una publicación hecha por Allure.
La revista felicitó al artista por impulsar esta ideología y ser un pionero en motivar a los hombres a cambiar su vestimenta.
Aunque esto ha traído consigo muchos comentarios negativos, no es la primera vez que Martínez lo hace, puesto que ha dejado muy en claro sus gustos de moda. Artistas como Ozuna y Karol G, muy conocidos en el sector musical, salieron en defensa del rapero, junto con su gran número de seguidores, quienes argumentan que «son sus gustos y no debería ser criticado por ello».
Sin embargo, aquello no fue lo que generó más polémica, sino una foto que Allure publicó del cantante, donde fácilmente se le ha comparado con una figura diabólica.
En una publicación del 12 de octubre, la revista mostró al puertorriqueño posando delante de dos sillas en fuego, usando una minifalda y unos zapatos de plataforma, similares a dos pezuñas de cabra.
La situación se complica cuando se hace la comparación de su apariencia con la de Baphomet, un ídolo andrógino relacionado con el satanismo y la masonería, el cual tiene fuerte influencia en el mundo del espectáculo y que muchos artistas parecen hacerle alusión en sus canciones, conciertos y vídeos musicales.
Baphomet es una criatura entre cabra y humano, quien en su representación más común se le ve usando una falta pequeña rodeado de niños que le adoran.
Frente a esto, muchos cuestionan a Martínez por dos cosas: primero, impulsar la agenda LGBTQ, al intentar normalizar las prendas femeninas como algo que los hombres también pueden usar, metiendo así esta ideología en la mente de los más pequeños para que lo tomen como algo común; y segundo, dar pleitesía y exaltar el satanismo.
Aspectos importantes que se deben tomar en cuenta son, que el rapero puede estar demostrando que pertenece a la masonería o algún otro grupo sectario, o que está promocionando una nueva religión, pues con el elevado número de fanáticos que tiene, no sería de preocuparte que muchos de estos lo sigan y apoyen en todo lo que haga.
Con tan solo 27 años, el apodado Conejo Malo ha adquirido una popularidad exorbitante que lo ha consolidado como la gran superestrella del trap, esta nueva «religión musical» a la que pertenece consagra al sexo, las drogas y el dinero por sobre todas las demás cosas; logrando tener un alarmante efecto seductor entre los jóvenes latinos.
La comunidad cristiana no debe callar ante estas situaciones, pues es aquí donde más deben pregonar la verdad que Dios estableció en su santa Palabra.
No es tiempo para observar, ni tampoco para condenar, sino para exhortar y hacer un llamado de atención sobre lo que está bien y lo que no; pues aunque la Biblia dice que en los tiempos finales las personas llamaran a lo bueno, malo, y a lo malo, bueno, el pueblo de Cristo debe mantenerse firme.
Y del mismo modo debe examinarlo todo, como lo recomienda el apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 5:21, reteniendo lo bueno y desechando lo malo, procurando enseñar a los niños la verdad del evangelio y buscando más del Señor ya que los días se acortan y el rapto de la iglesia se acerca.