La decisión de Washington de mandar a Kiev bombas de racimo es otra deliberada demostración de su curso antirruso, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. La munición de racimo está prohibida por un convenio internacional ratificado por 123 países, entre los cuales no están Estados Unidos ni Ucrania.
«La decisión de la Administración de Joe Biden de suministrar municiones de racimo al régimen de Kiev es otra manifestación flagrante del curso agresivo antirruso de Estados Unidos, destinado a prolongar el conflicto en Ucrania y la guerra hasta el último ucraniano», declaró Zajárova, citada por la Cancillería.
La vocera afirmó que la decisión de EEUU es otra manifestación flagrante de la política agresiva antirrusa y las promesas de Ucrania sobre el uso cuidadoso de las bombas de racimo estadounidenses no tienen ningún valor, los civiles sufrirán las consecuencias.
La decisión de EEUU de suministrar bombas de racimo a Kiev tiene como objetivo prolongar al máximo el conflicto en Ucrania y luchar hasta «el último ucraniano», subrayan desde el Ministerio de Exteriores de Rusia. De acuerdo con Zajárova dicha decisión constituye un gesto de desesperación y «una muestra de impotencia» ante el fracaso de la tan anunciada contraofensiva ucraniana.
«Al suministrar este tipo de bombas a Ucrania, EEUU se convertirá en cómplice en el minado del territorio y será responsable de la pérdida de vidas humanas», resumió la portavoz.
El «arma milagrosa» por la que apuesta EEUU sin pensar en las consecuencias no cambiará el curso de la operación militar especial rusa, concluyó.
El 7 de julio Washington anunció que suministrará en breve a Kiev un gran paquete de ayuda militar que incluye miles de bombas de racimo, que son explosivos controvertidos desde hace décadas por sus daños colaterales en civiles.
Desde el Reino Unido a su vez aseguraron que seguirán apoyando a Kiev pese al envío de bombas de racimo por EEUU.
«Seguiremos aportando nuestra contribución en apoyo de Ucrania (…) Como lo hemos hecho en el pasado, suministrando tanques de combate pesados y armas de largo alcance», afirmó el primer ministro del país, Rishi Sunak, citado por la cadena Sky News.
Las bombas de racimo, también llamadas cluster, de dispersión o fragmentación, son lanzadas en caída libre y contienen un dispositivo que al abrirse libera a su vez miles de pequeñas minibombas que se dispersan en un radio de hasta 400 metros. La munición de racimo está prohibida por un convenio internacional ratificado por 123 países, entre los cuales no están Estados Unidos ni Ucrania.
Numerosos países condenaron la operación militar especial que Rusia lanzó en Ucrania el 24 de febrero de 2022 y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú.
Rusia, por su parte, envió notas de protesta a todos los países que suministran armas al país vecino. El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió que los países occidentales que apoyan a Ucrania se están convirtiendo en parte del conflicto y cualquier cargamento con armas para Kiev pasará a ser un blanco legítimo para las Fuerzas Armadas rusas.
Fuente: Sputnik