Diego Molina trabajaba en la empresa responsable del sepelio; fue declarado culpable por la profanación de un cadáver
Condenan a Diego Molina, empleado de la funeraria a cargo del sepelio de futbolista Diego Maradona, a cuatro días de arresto por fotografiarse con el cuerpo del deportista.
El hombre fue declarado culpable por “inhumar, exhumar o profanar cadáver humano, violar sepulcros o dispersar cenizas”.
Según La Nación, se comprobó que las imágenes estaban vinculadas al teléfono de Molina y que, en paralelo, había conversaciones que “aludían a la difusión de las morbosas fotografías”. La condena es la pena máxima para el delito que fue imputado.
Despedido y expulsado
Al conocerse la foto, el hombre de 41 años fue despedido de la funeraria y expulsado como socio del club Argentinos Juniors.
En cuanto a la pena, además de los cuatros días de prisión en suspenso, deberá cumplir ciertos requisitos durante ocho meses. En primer lugar, tendrá que fijar residencia y comunicar si existe algún cambio.
Además, deberá realizar 50 horas de tareas de utilidad pública en alguna institución designada por la Secretaría de Seguimiento y Ejecución de Sanciones
Asimismo, está obligado a hacer una donación por la suma de $10.000 en cinco cuotas iguales y consecutivas a la fundación Íntegra Asociación Civil-Recuperación de las adicciones, de La Matanza, Provincia de Buenos Aires.
De acuerdo con la sentencia, el hecho se produjo en la noche del 26 de noviembre de 2020 y participaron Claudio Ismael Fernández, Sebastián Ismael Fernández y Diego Antonio Molina, responsables del servicio de ambulancia de traslados para la empresa funeraria Pinier.
Nulidad del juicio
“Profanaron el cadáver de quien en vida fuera Diego Armando Maradona. Para ello, se fotografiaron con el cuerpo del occiso mientras, presumiblemente, realizaban tareas vinculadas al servicio fúnebre encomendado”, indica el escrito judicial.
Claudio y Sebastián Fernández, padre y hijo, aún no recibieron la sentencia. Anteriormente, habían solicitado la nulidad del juicio. El pedido se rechazó en primera instancia y ahora lo analiza la Cámara de Casación.